Oración de Gestalt

Una oración sobre las relaciones armónicas y bien entendidas

La Oración Gestalt creada por Fritz Perls, todavía en la actualidad sigue siendo considerada por muchos como un mantra capaz de ayudar en mil conflictos, o una llave que les abra las puertas a un pleno conocimiento.

«Yo soy yo y tu eres tu

Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,

Tu no estas en este mundo para cumplir las mías.

Tu eres tu y yo soy yo.

Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,

y coincidimos, es hermoso.

Sino, pocas cosas tenemos que hacer juntos.

Tu eres tu y yo soy yo»

(Fritz Perls)

Interrelaciones

«Tú eres yo, y yo soy tú.

¿No es evidente que nosotros «inter-somos»?

Tú cultivas la flor en ti mismo,

para que así yo sea hermoso.

Yo transformo los desperdicios que hay en mi,

para que así tú no tengas que sufrir.

Yo te apoyo;

tú me apoyas.

Estoy en este mundo para ofrecerte paz;

tú estás en este mundo para traerme alegría».

(Thich Nhat Hanh)

Llama la atención la introducción del término “inter-somos”, un neologismo creado por el mismo Thich Nhat Hanh. Relaciono este término con el de “inter-dependencia” y lo entiendo como una relación mutua, reciproca y equitativa en el campo relacional, organismo/ambiente.

Posteriormente, en el año 2013, Carmen Vázquez Bandín en la Conferencia para el XIII Congreso Internacional de Gestalt expresó que si la famosa oración de la Gestalt de Fritz Perls, la hubiera escrito ahora en el siglo XXI, podría haber quedado de la siguiente manera:

«Yo hago mis cosas y tú haces las tuyas.

En muchas de las cosas que hago, tú tienes mucho que ver,

Y en muchas de tus cosas yo he contribuido.

Yo puedo ser yo contigo mientras tú puedas ser tú conmigo.

Yo seré yo mientras tú seas tú;

Y aunque por casualidad nos hayamos encontrado,

Continuemos juntos o separados,

Nuestra vida nunca volverá a ser la misma ya que

Nuestro encuentro nos habrá enriquecido».

 (C. Vázquez Bandín)

Personalmente me quedo con la siguiente frase de Jean-Marie Robine extraída de su libro «Manifestarse gracias al otro»:

“Sin el otro, no se abre nada.

Sin el otro, no existe nada. 

Sin el otro, el self no existe;

sin el otro, la expresión no existe;

sin el otro, no existe la palabra.” 

(Jean-Marie Robine)

La Gran Invocación

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones de los hombres;
Que Cristo* retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres
El propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.

* Muchas religiones creen en un Instructor o Salvador Mundial, y lo conocen bajo nombres tales como el Cristo, el Señor Maitreya, el Imam Mahdi, el Bodisatva, y el Mesías. Tales términos son empleados en algunas de las versiones cristianas, hindúes, musulmanas, budistas y judías de la Gran Invocación.

Un Mantram para la Nueva Era
La Gran Invocación es una plegaria mundial, traducida a más de 80 idiomas y dialectos. Fue dada a conocer por Alice Bailey en Abril de 1945 en un mensaje para todas las personas de buena voluntad.

Verdades Fundamentales
Su belleza y fuerza reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades fundamentales:

  • La verdad de la existencia de una inteligencia básica a la que vagamente damos el nombre de Dios.
  • La verdad de que detrás de todas las apariencias externas, el Amor es el poder motivador del Universo.
  • La verdad de que vino a la Tierra una gran Individualidad, llamada Cristo por los cristianos, que encarnó ese amor para que pudiéramos comprenderlo.
  • La verdad de que el amor y la inteligencia son ambos efectos de la Voluntad de Dios.
  • Y, finalmente, la verdad eminente de que el Plan divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad misma.

La Oración Centrante

Una forma coherente y mística de orar

La Oración Contemplativa

Cuando consideramos lo que es la oración, normalmente pensamos que consiste en expresar nuestro corazón, pensamientos o sentimientos en palabras. Pero solamente es una de sus expresiones. En la tradición cristiana, existe otra forma de relacionarnos con Dios en una forma más íntima: la Oración Contemplativa, considerada un don puro de Dios que se manifiesta en una apertura total de la mente y corazón, de todo nuestro ser a la Presencia Divina, al Misterio Ultimo. Esta forma de orar va más allá de cualquier concepto, pensamiento, palabra o emoción. Por medio de la gracia, abrimos nuestro ser a Dios, que por fe sabemos mora en nosotros, más cercano que el respirar, que el pensar, que el escoger, más inmediato que la consciencia misma. 


La Oración Centrante  

La Oración Centrante es un método diseñado para facilitar el desarrollo de la Oración Contemplativa, preparando nuestras facultades para recibir ese don. Es un intento de presentar enseñanzas de antigua sabiduría cristiana en una forma actualizada. La Oración Centrante no intenta sustituir otros tipos de oración, sino iluminarlos y profundizar su significado. Es al mismo tiempo, una relacion con Dios y una disciplina para fomentar el crecimiento de la misma. Es un método que nos conduce más allá de conversación con Cristo a una comunión íntima con El. 

Base Teológica

La fuente de la Oración Centrante, como la de todos los métodos que conducen hacia la Oración Contemplativa, es la Trinidad que habita en nosotros: Padre, Hijo, y Espíritu Santo. El enfoque de la Oración Centrante es la profundización de nuestra relación con el Cristo vivo. Tiende a construir comunidades de fe y une a los miembros con vínculos de amistad y amor mutuos.

La Raiz de la Oración Centrante    

Escuchar la Palabra de Dios en las Escrituras (Lectio Divina) es una de las formas tradicionales de cultivar nuestra amistad con Cristo. Es un modo de escuchar los textos de las Escrituras como si estuviéramos en conversación con Cristo y el nos sugiriera los temas de conversación. El encuentro diario con Cristo y la reflexión en su Palabra, nos conduce más allá de la mera familiaridad a una relación de amistad, confianza y amor. La conversación se simplifica culminando en comunión. Gregorio Magno del siglo VI, resumiendo la tradición contemplativa cristiana, la expresa como un “descansar en Dios.” Este fue el significado clásico del término “Oración Contemplativa” durante los primeros dieciséis siglos. 

Palabras de Sabiduría de Jesús

La Oración Centrante está basada en la enseñanza de Jesús en el Sermón de la Montaña: 

«Tú en cambio, cuando vayas a orar entra en
tu aposento y, después de cerrar la puerta
ora a tu Padre, que está ahí en lo secreto,
y tu Padre que ve todo te recompensará
«:
Mt. 6,6

​La Oración Centrante también ha recibido inspiración de textos escritos por varios importantes contribuyentes a la Tradición Contemplativa Cristiana, tales como Juan Casiano, el autor anónimo de “La Nube del No Saber,” Francisco de Sales, Teresa de Avila, Juan de la Cruz, Teresita de Lisieux, y Thomas Merton.


Las Pautas

1.    Escoja una palabra sagrada como símbolo de su intención de consentir a la presencia y la acción de Dios en su interior.

2.    Sentado cómodamente y con los ojos cerrados, sosiéguese brevemente e introduzca silenciosamente la palabra sagrada como símbolo de su consentimiento a la presencia y la acción de Dios en su interior.

3.    Cuando se de cuenta que está reteniendo un pensamiento,* regrese muy suavemente a la palabra sagrada.

4.    Al final del período de oración, permanezca en silencio, con los ojos cerrados, por un par de minutos. 


*El término “pensamientos” incluye sensaciones corporales, sentimientos, imágenes y reflexiones


Desarrollo de las Pautas de la Oración Centrante

I.   Escoja una palabra sagrada como símbolo de su intención de consentir a la presencia y la acción de Dios en su interior.  

• Una vez que escogemos una palabra sagrada, no la cambiamos durante el período de oración, ya que eso sería comenzar a pensar nuevamente.  

• Una simple mirada interior hacia la Divina Presencia o notar la respiración puede resultar más adecuado que la palabra sagrada para algunas personas. Las mismas pautas se aplican a estos símbolos que a la palabra sagrada.  

• La palabra sagrada expresa nuestra intención de consentir a la presencia y la acción de Dios en nuestro interior.  

• La palabra sagrada se escoge durante un breve período de oración al Espíritu Santo. Use una palabra de 1 o 2 sílabas. Ejemplos: Dios, Jesús, Abba, Padre, Madre, María, Amén, Señor. Otras posibilidades: Amor, Oye, Paz, Sí, Fe, Kyrie.  

• La palabra sagrada es sagrada no por su significado inherente, sino por el significado que le damos como expresión de nuestra intención y de nuestro consentimiento. 


II.   Sentado cómodamente y con los ojos cerrados, sosiéguese brevemente e introduzca silenciosamente la palabra sagrada como símbolo de su consentimiento a la Presencia y la acción de Dios en su interior. 


• El decir “sentado cómodamente” significa que debemos estar relativamente cómodos, pero no al extremo de inducir el sueño durante el período de oración.  

• Cualquiera que sea la posición que escojamos, mantenemos la espalda recta.  

• Cerramos los ojos como símbolo de que dejamos pasar lo que está ocurriendo a nuestro alrededor y en nuestro interior.  

• Introducimos la palabra sagrada en silencio y muy suavemente, como si dejáramos caer una pluma sobre una mota de algodón.  

• Si nos quedamos dormidos, al despertar continuamos la oración. 


III.  Cuando se de cuenta de que está reteniendo un pensamiento, regrese muy suavemente a la palabra sagrada. 


• “Regresamos muy suavemente a la palabra sagrada” con un mínimo de esfuerzo. Esta es la única actividad que realizamos durante el período de la Oración Centrante.

 • Durante el curso de la Oración Centrante, la palabra sagrada puede tornarse vaga o desaparecer.  

• Los pensamientos son una parte inevitable, integral y normal de la Oración Centrante.  

• La palabra “pensamientos” es un término general que denota cualquier percepción, incluyendo sensaciones corporales, estímulos sensoriales, sentimientos, imágenes, recuerdos, planes, reflexiones, conceptos, comentarios y experiencias espirituales. 


IV. Al final del período de oración, permanezca en silencio, con los ojos cerrados, por un par de minutos.

 

• Los dos minutos adicionales nos ayudan a llevar la atmósfera de silencio a la vida cotidiana.  

• Si se hace esta oración en grupo, el guía puede recitar lentamente una oración como el Padre Nuestro, mientras los demás escuchan.

Algunos Puntos Prácticos

 
1.    El tiempo mínimo para esta oración es 20 minutos. Se recomiendan dos períodos diarios, uno por la mañana y el otro por la tarde o temprano en la noche. Con la práctica, el tiempo puede extenderse a 30 minutos o más. 


2.    Para indicar que ha terminado el período de oración, puede usarse un cronómetro que no tenga un tic-tac audible y que no haga un sonido estridente al final. 


3.    Posibles síntomas físicos durante la oración: 


• Podemos notar dolores leves, picazón o espasmos en alguna parte del cuerpo o una especie de inquietud general. Estos usualmente se deben a que se ha desatado algún nudo emocional en el cuerpo.  

• Podemos observar una sensación de peso o ligereza en las extremidades. Por lo general, esto se debe a un nivel profundo de atención espiritual.  

• En cualquier caso, no le prestamos atención y regresamos, muy suavemente, a la palabra sagrada. 


4.    Los frutos principales de la Oración Centrante se experimentan en la vida diaria y no durante el período de oración.

5. La Oración Centrante nos familiariza con el primer lenguaje de Dios, que es el silencio.. 


Otras Consideraciones 


1.    Durante el período de oración, pueden surgir varios tipos de pensamientos: 


• Introspecciones o descubrimientos psicológicos importantes.  

• Divagaciones ordinarias de la imaginación o la memoria.  

• Auto-reflexiones, tales como “¿Estaré haciendo esto bien?” “¡Qué paz tan maravillosa ésta!” 

• Pensamientos y sentimientos que surgen de la descarga del inconsciente.  

• Pensamientos o sentimientos atractivos o repulsivos.  

• Cuando se dé cuenta de que está reteniendo un pensamiento regrese muy suavemente a la palabra sagrada. 


2. Durante esta oración, evitamos analizar nuestra experiencia, dar cabida a expectativas, o tratar de alcanzar metas específicas, tales como:  

• Lograr tener una experiencia espiritual  

• Tratar de sentir paz o consuelo  

• No tener pensamientos.  

• Poner la mente en blanco.  

• Repetir la palabra sagrada constantemente 


Formas de profundizar nuestra Relación con Dios 


1.   Practique dos períodos diarios de Oración Centrante de 20 a 30 minutos cada uno. 
2.   Escuche la Palabra de Dios en las Escrituras y estudie  “Mente Abierta, Corazón Abierto.” 
3.   Visite nuestra página web para accesar recursos en línea, prácticas, cursos y grupos. 
4.   Únase a un grupo de Oración Centrante  

• El grupo estimula a los miembros a que perseveren en sus práctica individuales.  

• Ofrece una oportunidad de apoyo y de compartir la travesía espiritual.  

• Proporciona una oportunidad regular de recibir orientación más a fondo por medio de videos, lecturas y discusión. 


Lo que la Oración Centrante es y no es 


• No es un don carismático, sino un proceso de transformación.

• No es una forma de auto-hipnosis, sino una manera de aquietar la mente, sin que ésta deje de estar alerta.

• No es una experiencia para-psicológica, sino un ejercicio de fe, esperanza y amor desinteresado.

• No es un ejercicio de relajación, pero puede ser refrescante.  

• No es una técnica, sino un modo de cultivar la relación con Dios.

• No se limita a la presencia “sentida” de Dios, sino que es una profundización de fe pura en la presencia constante del Dios que nos habita.

• No es una oración reflexiva o espontánea, sino simplemente un descansar en Dios más allá de los pensamientos, palabras y emociones.
 

(Fuente: E.C.I. Extensión Contemplativa Internacional)

La Oración del Padre

Oración del Padre Nuestro original, traducida del Arameo

Padre-Madre, Respiración de la Vida ¡Fuente del sonido, Acción sin palabras, Creador del Cosmos!

Haz brillar tu luz dentro de nosotros, entre nosotros y fuera de nosotros, para que podamos hacerla útil.

Ayúdanos a seguir nuestro camino respirando tan sólo el sentimiento que emana de Ti.

Nuestro Yo, en el mismo paso, pueda estar con el Tuyo, para que caminemos como Reyes y Reinas con todas las otras criaturas.

Que tu deseo y el nuestro, sean uno sólo, en toda la Luz, así como en todas las formas, en toda existencia individual, así como en todas las comunidades.

Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros, pues, de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en todo.

No permitas que la superficialidad y la apariencia de las cosas del mundo nos engañen, y nos libere de todo aquello que impide nuestro crecimiento.

No nos dejes caer en el olvido de que Tú eres el Poder y la Gloria del mundo, la Canción que se renueva de tiempo en tiempo y que todo lo embellece.

Que Tu amor esté sólo donde crecen nuestras acciones. ¡Qué así sea!

Pistis Sophia: Gnosticismo Precristiano

Hubo un cristianismo antes que la Venida de El Cristo?

Pistis Sophia es un importante texto gnóstico descubierto en 1773,​ escrito posiblemente en el siglo II. Las cinco copias restantes, que los estudiosos sitúan en los siglos V o VI, relatan las enseñanzas gnósticas de Jesús transfigurado a los discípulos reunidos (incluyendo a su madre María, María Magdalena y Marta), cuando el Cristo resucitado había cumplido once años hablando con sus discípulos, enseñándoles solo los misterios más inferiores. (En este contexto, «transfigurado» se refiere a Jesús después de su muerte y resurrección, y no al evento durante su vida en el que habló con Moisés y Elías en una montaña).

Después de estos once años, el Jesús resucitado recibe sus verdaderas vestimentas y es entonces capaz de revelarles los misterios más elevados que son venerados por este grupo. Estos importantes misterios revelan las complejas estructuras y las jerarquías del cielo, y el conocimiento necesario para que el alma alcance los reinos divinos más elevados, ideas familiares en las enseñanzas gnósticas.

Gran parte de los dos primeros libros del manuscrito se dedican a caracterizar el mito de la caída y restauración de una figura conocida como Pistis Sophia, en particular señalando paralelismos detallados entre sus oraciones de arrepentimiento y algunos salmos y odas de Salomón en particular.

Aunque en muchos textos y sistemas gnósticos Sofía es una divinidad femenina importante, en Pistis Sophia tiene su origen y habitación fuera del reino divino. Su caída y redención son descritas de manera paralela a como se describen en otras versiones del mito de Sofía como la del Apócrifo de Juan, pero todas las acciones tienen lugar en los eones materiales, y solo puede ser restaurada a su lugar en el decimotercer eón, fuera del Reino de la Luz.

La divinidad femenina del gnosticismo es Sofía, un ser con muchos aspectos y nombres. Es identificada a veces con el Espíritu Santo mismo pero, según sus diversas capacidades, es también la Madre Universal, la Madre de la Vida o la Madre Resplandeciente, el Poder de lo Alto, la de la mano izquierda (opuesta a Cristo, entendido como su marido y el de la mano derecha), como la Exuberante, la Matriz, la Virgen, la Esposa del Hombre, la Reveladora de los Misterios Perfectos, la Sagrada Paloma del Espíritu, la Madre Celestial, la Errante, o Elena (es decir, Selene, la Luna). Fue prevista como la Psique del mundo y el aspecto femenino del Logos.

El título de Pistis Sophia es oscuro y se traduce a veces como Sabiduría de Fe, Sabiduría en Fe o Fe en Sabiduría. Una traducción más exacta, teniendo en cuenta su contexto gnóstico, es la fe de Sofía; Sofía para los gnósticos era una sicigia divina de Cristo, en lugar de simplemente una palabra que significa sabiduría. En una versión más temprana, más simple de Sofía, en el Códice de Berlín y también en un papiro de Nag Hammadi, el Cristo transfigurado explica la Pístis de una manera bastante oscura:

De nuevo, sus discípulos dijeron: Dinos claramente, ¿cómo bajaron de las invisibilidades, desde lo inmortal al mundo que muere?

El perfecto Salvador dijo: El Hijo del Hombre estuvo de acuerdo con Sabiduría, su cónyuge y manifestó una gran luz andrógina. Su nombre masculino es denominado «Salvador, generador de todas las cosas». Su nombre femenino es denominado «Sabiduría totalmente generadora». Algunos la llaman, sin embargo, «Fe».

El más conocido de los cinco manuscritos de Pistis Sophia está vinculado a otro texto gnóstico titulado sobre la encuadernación «Piste Sophiea Cotice». Este Códice Askew fue comprado por el Museo Británico (en la actualidad Biblioteca Británica) en 1795 procedente del doctor Anthony Askew. Hasta el descubrimiento de la biblioteca de Nag Hammadi en 1945, el Códice Askew fue uno de los tres códices que contenían casi todos los escritos gnósticos que habían sobrevivido a la represión de este tipo de literatura, tanto en Oriente como en Occidente, los otros dos códices son el Códice Bruce y el Códice Berlín. Aparte de estas fuentes primarias, todo lo escrito acerca del gnosticismo que llegó a estar disponible antes de la biblioteca de Nag Hammadi se basaba en citas, caracterizaciones y caricaturas en los escritos de los enemigos del gnosticismo. El propósito de estos escritos heresiológicos era polémico, presentando las enseñanzas gnósticas como absurdas, extrañas y egoístas, y como una herejía aberrante desde un punto de vista cristiano proto-ortodoxo y ortodoxo.

El texto proclama que Jesús permaneció sobre la tierra después de la resurrección durante 11 años, y fue capaz en este tiempo de enseñar a sus discípulos hasta el primer (es decir, iniciación) nivel del misterio. Se inicia con una alegoría paralela a la muerte y resurrección de Jesús, y que describe el descenso y ascenso del alma. Después procede a describir importantes figuras dentro de la cosmología gnóstica, y, finalmente, enumera 32 deseos carnales que superar antes de que la salvación sea posible, la superación de todos ellos constituye la salvación.

Pistis Sophia incluye citas de cinco de las Odas de Salomón, que se encuentran entre los capítulos 58 y 71. Pístis Sophía era la única fuente conocida para la redacción existente de cualquiera de las Odas hasta el descubrimiento de un texto siríaco casi completo de las Odas en 1909. Debido a que la primera parte de este texto está perdida, Pistis Sophia sigue siendo la única fuente de la Oda 1.

Fuente: Wikipedia.

Si usted quiere descargarse el texto Pistis Sophia, puede hacerlo a través de este Link:

https://www.centrogayatri.com/docs/Pistis%20Sophia.pdf

La Iglesia del Amor

Texto cátaro de 1148 que suscribimos totalmente.

La Iglesia del Amor no tiene estructura, solamente la comprensión.

No tiene miembros excepto los que sienten que pertenecen a ella.

No tiene competidores, porque no alimenta el espíritu de competición.

No tiene ambición, porque solamente desea servir.

No marca fronteras nacionales, porque el amor no lo hace.

No se aísla, porque intenta enriquecer a todos los grupos y religiones.

Respeta a todos los grandes maestros de todas las épocas que  revelaron la verdad del amor.

Quienes pertenecen a ella practican la verdad del amor con todo su  ser.

Quienes forman parte de ella, lo saben.

No intentan enseñar sino ser, para, por ese estado de ser, poder dar.

Reconoce la tierra entera como un ser vivo y nosotros una parte de  ella.

Reconoce que ha llegado el tiempo de la última transformación, lejos de la egocentricidad, de un retorno voluntario a la unidad.

No se anuncia en voz alta, sino actúa en los ámbitos sutiles de la existencia.

Se inclina delante de todos los que iluminaron el camino del amor y que sacrificaron su vida por ello.

Entre las propias filas no permite ni jerarquías ni estructuras fijas, porque nadie es más grande que el otro.

No promete recompensas, ni en esta vida ni en la vida más allá, sino únicamente la alegría de la existencia en el amor.

Sus miembros se reconocen por su manera de actuar, su manera de estar y por los ojos, y por ningún otro gesto visible que el abrazo fraternal.

No conocen ni el miedo ni la vergüenza y su testimonio siempre será valido, tanto en los tiempos buenos como en los tiempos malos.

La iglesia del amor no tiene secretos, no tiene misterios ni iniciaciones, excepto el conocimiento profundo sobre el poder del amor y sobre el hecho de que el mundo cambiará si los hombres lo queremos, pero únicamente si nos cambiamos primero a nosotros mismos.

Todos los que sienten que pertenecen a ella, pertenecen a ella.

Pertenecen a la iglesia del amor.