IDEARIO

Estas son las ideas básicas sobre las que se rige nuestra Iglesia, definida como un conjunto de Comunidades o Congregaciones autónomas, aunque no acéfalas pues nos asesora y guía el magisterio de nuestra Iglesia: Diáconos, Presbíteros, Obispos y Arzobispos, todos ellos amorosamente administrados por un Primado Arzobispal que es la Cabeza Visible y máximo representante de la Iglesia. El Primado es elegido en turno democrático entre los miembros del Arzobispado y del Obispado, cada cuatro años.

Ante todo en ICR-ICREMM no hacemos acepción de personas. Toda persona es un ser humano valioso para Dios, independientemente de su sexo, condición u opción sexual, siempre que en nuestras reuniones mantengan la debida dignidad y respeto a la institución.

Así, nos aceptamos e identificamos unos con otros con amor fraterno, en una búsqueda libre y responsable de la Verdad y el sentido de esta existencia.

Creemos en la triple composición del Ser Humano, en Espíritu, Cuerpo y Alma, estando el Espíritu y el Alma en constante comunión con la Unidad de la que emanan. Y el Cuerpo, la materia que encarna y contiene los dos anteriores elementos que posibilitan y perfeccionan la existencia y la esencia del Ser.

Creemos en la libertad de credo y la libertad de conciencia de cada individuo, basada en el amor y respeto de todos nuestros miembros, y que esta libertad se concreta en el proceso democrático que rige en todo momento en nuestra Iglesia como pensamos que debe regir siempre los destinos del ser humano.

Creemos que es posible, con el esfuerzo y la dedicación necesaria, llegar a hacer realidad la utopía de un mundo Libre, Igual y Fraterno, con paz, equidad y justicia para todos.

Creemos que somos parte de la pluralidad en la Unidad. De este modo, todos formamos parte del tejido vivo e interdependiente de todo lo que vive, es y existe, del cual formamos todos parte.

Finalmente creemos en la existencia del Amor, por encima de toda ley humana, que debe regir todos nuestros pensamientos, palabras y actos, tanto en el mundo visible como en el invisible, dado que estamos unidos a todo lo que es y existe.

Nuestra visión de la espiritualidad que es la fuente de donde emana este ideario, procede de diversos hechos:


El hecho maravilloso, narrado en todas las lenguas y culturas de la existencia de seres que impulsaron la práctica del Amor fraterno entre los seres humanos: Profetas, Chamanes, Maestros iluminados y ascendidos que nos enseñaron el Amor y la Esperanza en un mundo futuro mejor, y mas lleno de los verdaderos valores humanos que nos impulsan a crecer interiormente.

El legado de nuestros antepasados, algunos de los cuales nos dejaron escritos proféticos y esperanzadores, que no precisan traducción ni interpretación alguna en cuanto a su contenido que es un mensaje de Luz y Esperanza, que nos ayudan a afrontar la realidad que existe mas allá de esta existencia pasajera y nos dan fuerzas para enfrentarnos al mal en cualquiera de sus formas, con las armas de la tolerancia, el diálogo y la comprensión a través del Amor.

Las creencias religiosas existentes en el mundo, que establecen los principios básicos para una pacífica y fraterna convivencia entre los seres humanos, con Amor, justicia y equidad. Y que nos invitan a amar a Dios, tanto como a nosotros mismos, pues somos creados y somos partes de El mismo. Pluralidad en la Unidad.

El progreso del conocimiento de la Humanidad, que nos invita a pensar que no estamos solos en el Universo, y compartimos la Creación con todos los seres emanados de Dios.

Las tradiciones ancestrales de aquellos que hicieron de la tierra un valuarte para la humanidad, preservándola, respetándola y cuidándola para futuras generaciones y nos enseñaron a vivir en armonía con toda la creación, y todas las demás criaturas, animadas o inanimadas.